Esas que reclaman justicia al mundo "civilizado" y recuerdan que ellas no eligieron habitar aquellas islas. No tuvieron otra opción, obligadas muchas quedaron en el camino.
Pregúntate qué puede sentir el alma negra tras más de quinientos veranos, en los que ha sido la clase más baja y esclava.
Pregúntate cómo ha conseguido sobrevivir, con música y mucha soul, en llanto permanente, sufriendo en godspel o blues, inventando el vudú o la santería, cualquier medio es válido en la supervivencia.
Pregúntate cómo resarcir a esa alma negra.
¡Y aún hay supremacistas!
1 comentario:
Exactamente, y aún hay supremacistas.
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