Lo masculino ha venido siendo aburrido, serio, inmaduro, poco imaginativo, egocéntrico cuando no violento.
Todas tenemos una parte femenina y es esa la que hace sensato al macho, permitiendole madura y cuando encorseta esa porción de femineidad sale su ser más vil y salvaje con el fin de ocultar todos sus complejos y sus miedos.
El macho como tal es un ser primario, poco reflexivo, guerrero, egoísta, nada intuitivo, inmaduro, acomplejado, con muchos miedos.
Los que nacimos con falo debemos agradecer, a lo femenino que tenemos, la posibilidad de crecer y ampliar nuestra inteligencia e intuición. Sin esa parte seríamos fieras brutas.
Que mejor ejemplo que el tipejo ese que últimamente sale a diario en los medios y que quiere demostrar su hombría, frente a otros machos alfa todos ellos con caras corbatas, usando cualquier medio y demostrando una total falta de humanidad.
Esta lucha de machos cabrios, de cabrones sin escrúpulos, sin sensibilidad, con mucho ego.
Sin duda tiene que ser lo femenino lo que ponga sensatez y haga madurar a esos geypermanes de pacotilla.
El útero de la Matrioshka tragándose esos egos de tanto barón, de tanto guerrero frustrado, ahogando la vileza de la masculinidad con su menstruo y con su fortaleza …
Sois lo femenino lo que ha de poner cordura en este sinsentido, ya lo habéis hecho en multitud de ocasiones.
Sólo recordar algunos casos desde que nací. Tanto las hermanas Mirabal como las madres de la Plaza de Mayo, plantaron cara a dictaduras sangrientas, la mujer saharaui a una oscura teocracia, la juventud ucraniana al milenario patriarcado.
... FEMEN
Como podemos una mujer, una transexual, una maricona o cualquiera de la expresiones de lo femenino apoyar a cenutrios como esos que últimamente salen tan a menudo en los medios.
Vosotras las refugiadas tenéis el arma de vuestra voz en todo el planeta, por vuestro pueblo, pero también por todo lo femenino que es reprimido, por vuestras hermanas eslavas reprimidas, acosadas e incluso asesinadas, por supuesto las hermanas homosexuales también reprimidas.
Esa es la debilidad del enemigo, su talón de Aquiles, su falso poder.
